abrió sus ojos
dando inicio a la luz.
dijo “vino” como
quien dice “abracadabra”.
la primavera instalada
y los pies prontos al vuelo.
“salud” dijo,
y acercó su boca.
mi corazón redondo, redundante
no pudo más que reincidir.
15.1.12
la misma piedra
4.1.12
silviocidio
llueve y cuesta la noche
sin la posibilidad de tu ruleta.
-chau- dije
cuando debí morderme la lengua.
“fin” escribí en tu buzón
como una ametralladora.
una sola luna bastó
para el arrepentimiento.
ahora resta putearme en los espejos,
morir de canciones autobiográficas
y de estupidez.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)