últimamente creo encontrarte en un montón de hombres. caminando
por Florida, esperando el 24 en Lavalle, haciendo cola para sacar entrada en el
Gaumont o pidiendo esos Lucky que saben a pasto en un kiosco. y ésto, después
de generarme temblor en todos los músculos, epilepsis sanguínea, estrangulación
en el estómago y una breve parálisis pulmonar, termina siendo, a fin de
cuentas, algo bueno. que nunca seas, digo.
antes hubiera considerado que esta sucesión de “casi vos”
era un gualicho perverso, una puesta a prueba innecesaria de mis signos
vitales, una hijaputez del destino.
y si bien, los efectos colaterales de la posibilidad de
encontrarte siguen siendo jodidos, sucede algo extraordinario, algo que nunca
pensé que pasaría. que de pronto existan tantos tipos parecidos a vos, que se
paran como vos, o tienen un perfil confundible con el tuyo, o el mismo corte de
pelo o fuman la misma mierda, me hizo cambiar el cristal: vos sos vos, eso no
se discute, pero también podrías ser cualquiera.