a grandes rasgos
no te extraño,
no me hacés falta en los cumpleaños,
ni en las noches largas de bar en bar,
ni en los sueños nuevos que no te incluyen.
no te necesito en la ruta,
ni para batallar todo lo que hay que batallar,
ni para brindar cuando hay motivos de festejo.
lo que asesina
son los detalles,
el cristal más diminuto de una copa que cayó al piso,
la manija del placard donde supimos estampillarnos a besos,
los bazares rematando las tazas azules pasadas de moda de
nuestros desayunos,
el ruidito monofónico que sonaba en mi primer celular cuando
me llamabas.
el veneno es la partícula de nostalgia escondida en un
azulejo,
el tango como una mancha de humedad en los huesos.
este amor boqueando
en lo chiquito.