6.12.10

pez


y si en el minuto pico
de mi hora pico de extrañarte:
te llamo,
no te asustes y perdona mi descuido.
a veces me olvido de tu no definitivo
y tengo tanta fe
que creo poder reconquistarte.
tranquilo,
sé ciertamente que mi nombre
está en tu olvido,
pero oír tu voz es un poco de agua,
un respiro,
para éste pez muriendo en tierra,
ya lejos de tu río.

1 comentario:

  1. Anónimo17.12.10

    Contra la misma musicalidad del texto me enamoré de lo dicho. Creo que es una proeza (o lazagna) salir ileso de esa musiquita y parecer fresco. Usted lo logra y yo gozo de la sorpresa.

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