28.7.12

seis poemas para él

Hay quien se ha descuidado y ahora está,
colgado de la Luna y ya no volverá.

Ariel Rot


*
llevo varias noches intentando
matar este tiempo en el que estás lejos,
enrosco hilos en mis dedos,
los torturo, quiero hacerlos reaccionar,
pero cuando le abro paso a la sangre
y los llevo al papel, nada aprendieron,
siguen insistiendo en garabatos
que se parecen a tu inicial.


*
te adueñaste de todas las palabras,
y ahora no puedo escribirte ninguna.


*
llevo varias bocas buscando la tuya,
esa boca de capítulo 7 que tenés,
esa que podría ser venenosa,
pero no importa.


*
suena irónico
que habiendo tanto diccionario
no encuentre otra  palabra
que no sea tu nombre
para nombrar estos días.


*
volví a nacer en Congreso,
una tarde de caramelos a las siete.
abrí los ojos al fin porteños,
tu luz cobre me dio la bienvenida.


*
vos pusiste toda esa ternura
en mis manos y no supe qué hacer.
maldigo mi torpeza, mi digestión lenta,
me reprocho a mi misma;
debí besarte en ese andén.

24.7.12


…la sílaba olvidada del Comienzo

Octavio Paz.


desde siempre
el fuego fue
una cuestión
improvisada.

como las bocas
cuando a Buenos Aires
se le antoja.

caprichosa,
exacta.

como volver
a decir sí,
aquella sílaba olvidada.

18.7.12

foto



nunca voy a volver a ser tan linda
ni vamos a volver a estar tan lejos
como en esa foto
en la que estamos juntos.

8.7.12

bajo el aurilucar



bajo el auricular
ninguna ciudad queda tan lejos,
sin embargo, siempre
me termino quedando
con estas calles,
con estos Aires Buenos.

bajo el auricular
ninguno es pata dura
y todo sucede al ritmo que deseo.

bajo el auricular
soy lo que se me antoja;
una estrella de rock,
una ladrona de bancos,
tu actriz porno.

bajo el auricular
te siento en la mesa
de un cafetín y mantenemos
charlas donde no hay lugar
para la cobardía ni el tartamudeo.

bajo el auricular
nuestra coreografía de amor
se lleva todos los premios.

5.7.12

inevitable


pero te acercás
y es lógico

que los nísperos
sientan envidia,

que se deshiele
el invierno,

que la piel
no pida piedad,

que las manos decidan
ignorar el riesgo.