21.10.11

otra historia criolla

son las seis de la mañana

en Corrientes y Medrano,

tengo sed y un tinto

semirobado en la cartera,

pero besarlo ya sería demasiado.


allá a la vuelta

quedó el final de una fiesta

de esas que no se esperan,

es bueno a veces bailar cachengue

como si el dolor no existiera.

un tipo con barba

se chamuyaba a otra

que nunca le iba a decir que sí,

si hubiera mirado a su derecha

no estaría ahora solo en su casa

y yo estaría escribiendo

otro poema.


en diagonal a la parada

una sucursal de la Continental

me recuerda aquella noche

cuando todo arrancaba,

mentiría si me hiciera la sorprendida,

si te dijera que no sabía que este

iba a ser el desenlace,

las perdices nunca fueron

una posibilidad real.


lo mismo me permito

por dos minutos delirar,

me avala el alcohol en sangre,

que estoy en tu barrio o casi,

y esa siempre es una buena excusa

para pretenderte.


podrías pasar en tu caballo moderno,

clavar los frenos y rescatarme,

llevarme a dormir a tu cama,

aprovecharte de la situación,

desayunarte mi alma y mi cintura.


no sería tu culpa esta vez.


si el barbudo sólo hubiera

mirado a su derecha…

2 comentarios:

  1. Cada vez me gusta más esta poesía

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  2. Es preciosa la poesía de Mariana, pero genial. Lo que puede el recurso de un gesto, desviar la mirada a la derecha, carajo, qué te cuesta...

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