como tapas, tomo cañas,
litros de café, vino malo.
escribo, voy a lecturas,
me paro mil veces a mirar
el mismo puesto de flores,
le saco otra foto a
Las Puertas de Alcalá,
le doy la razón a Joaquín
-definitivamente no dan a la gloria-
me siento en todos los banquitos,
abro el sillón, cierro el sillón,
juego apuestas con el insomnio,
pero es tan profesional
que las pierdo todas.
a grandes rasgos
así son mis días.
hago tiempo
esperando que el tiempo
vuelva a ser eso
que se me deshace
entre tus brazos.