no hay nada místico en el pronóstico,
no habrá tinto medio pelo ni pelo entero,
no hay nada que parezca estar vivo en este cuarto,
no hay ansiedad en mi cenicero.
no hay vértigo en la bombacha violeta
que no vas a arrancarme,
no habrá hormigueo en mi lóbulo izquierdo,
ni dobles intenciones en mis uñas pintadas de rojo.
ni siquiera existe la opción de invocar a la suerte,
no hay dedos que cruzar.
no seré hoy compañía en tu pulmón de grillo,
no seré mañana motivo de un ensayo en tu cabeza,
ni escena cinematográfica con pañuelo blanco
en estación de tren.
sólo hay esta noche sin balcón,
este poema sin nosotros.
no habrá tinto medio pelo ni pelo entero,
no hay nada que parezca estar vivo en este cuarto,
no hay ansiedad en mi cenicero.
no hay vértigo en la bombacha violeta
que no vas a arrancarme,
no habrá hormigueo en mi lóbulo izquierdo,
ni dobles intenciones en mis uñas pintadas de rojo.
ni siquiera existe la opción de invocar a la suerte,
no hay dedos que cruzar.
no seré hoy compañía en tu pulmón de grillo,
no seré mañana motivo de un ensayo en tu cabeza,
ni escena cinematográfica con pañuelo blanco
en estación de tren.
sólo hay esta noche sin balcón,
este poema sin nosotros.