28.9.13
25.9.13
XVII
Vi tu foto y me dormí en una habitación.
Fito
Paez.
XVII
un papel en el teclado
de tu computadora,
un boleto de colectivo
hasta Palermo,
una entrada
ajada de ticketek
que dice Silvio
y dice quince
y dice Abril.
las distintas maneras
del fuego.
las sábanas retorcidas,
apelotonadas, maltratadas.
las Libélulas que
supieron volar alguna vez.
una foto nuestra
que por temporadas
saco y pongo
de la mesa de luz,
como un acto rabioso
o tierno,
como una necesidad
o una venganza.
la fuerza de un
corazón de veinte
que no se rendía,
la inocencia de unos ojos
que fueron verdes
antes de ser grises,
el borde de tus labios,
la guarida de tu beso.
las musas que
nunca se agotan
cuando se asoma tu nombre
y tu nombre escrito
en una servilleta de bar.
tantas canciones flotando
en las botellas,
sonando en nuestro funeral.
la estúpida ambición
de eternidad.
los desayunos que fueron
y los que nunca serán.
el desaire de esa calle sola,
el olvido que nunca llega.
este poema y los otros,
todo el libreto que me das.
21.9.13
otra primavera
otra
primavera llega
a
recordarme que soy alérgica a casi
todas
las cosas que florecen,
y
que todo florece menos
mi
cactus piedra que año tras año
me
destroza la ilusión
de
verle los mil colores que le imagino
sobre
la noche.
otra
primavera desde
el
día en que se acabaron las primaveras.
toca
anotar en el ábaco de nuestra historia,
en
rojo rabioso,
una
maderita más para tu ausencia.
qué
ironía esto de las cuentas,
imposible
escaparse del almanaque,
enloquecedor
seguir sumando lo que resta.
17.9.13
abrileando V
sucede
otra vez,
Abril
llega.
olvido
la sentencia,
enjuago
las heridas,
desempolvo
las alas.
abrís
paso, y lengua, y fuego.
tomo
vino, tomo vuelo
y el
atajo que me sé.
aterrizaré
en tu boca.
mientras
los trenes duerman
y
el sol se retrase.
compartiremos
una esquina,
las
venas,
todo el insomnio.
Buenos
Aires sabrá arder,
una vez más.
16.9.13
4.9.13
abrileando IV
con pasos agigantados viene.
urge un ataque repentino
de alas,
un no importa qué hora es,
abramos el vino.
un todo nos salió mal,
menos el amor.
ni pan ni cebolla
pero no importa,
durmamos una siesta,
yo te cuido los sueños,
vos tapame los pies
que hace frío.
y no,
nunca voy a aprender
a escribir tu nombre,
así de bruto es
este amor.
lo que importa
son las tostadas
con manteca para el desayuno,
las zapatillas en cualquier
lado,
mi humanidad
cayendo rendida ante tus ojos,
mis arranques anarquistas
y tu desorden mental
tan detonante.
lo que importa
es la cama incendio
y autobomba,
la cama cráter
y espuma
de carnaval.
la Revolución
contra los despertadores
es lo que importa.
esta noche es nuestra,
apaguemos el celular
prendamos la luna.
eso importa.
ahí radica.
ahí y en que
la última uva
no llega nunca.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)