qué estupidez haber pensado
que ya no volvería
a escribir sobre nosotros,
así, de la manera en que
mejor sé nombrarnos:
enredados,
con todo lo que eso implica
y suda
y desvela.
tu gata con nombre
de ex novia, pobre,
miraba y no entendía,
¿qué hace otra vez
esta mina acá?
tantas veces me pregunté
lo mismo y no sabía,
pero creo que hoy sí
puedo darle una respuesta.
vine a palpar bien profundo
eso de la belleza,
a reafirmar que las mejores
noches son las que no se duermen,
a bailar un lento, a emborracharme,
a dejarme querer por tu dueño y a quererlo,
porque nunca pregunta por qué lloro,
porque me resucita la ternura
y siempre me deja baleada de poesía,
y es lindo como vos, pero menos arisco.
entre otras muchas cosas, a eso vine.
a recordarme a mi misma
quién soy.
y olé gata!
ResponderEliminares muy genial! MUY!
Ay, Dios... un día de estos muero
ResponderEliminarNo te mueras more. Me imagino la cara de la gatita pero dentro de todo, ir a esos lugares sirve más que nada para demostrar qué es lo que perdimos y que queda vivo de nosotros en ese lugar. Abrazos.
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