y en las casas de las personas
se enfrían las tazas de café
que quedaron sin ser tomadas,
Buenos Aires es un espectáculo
donde todos corren por inercia,
cada mediodía la 9 de julio
se convierte en el escenario
de la maratón de los almuerzos diarios
donde en tiempo record se degluten
pebetes de jamón y queso,
y apenas si alcanzan los minutos
para un cigarro,
todo sea porque a fin de mes
el señor Mc. Donalds los ponga
en la foto del cuadro.
mientras el asfalto se agita
y los perros pasean al paseador,
y los gatos, que son los más vivos,
observan todo desde las terrazas,
los chicos toman los colegios,
y en la tele, ¿cuándo no?
alguien nos quiere tomar el pelo,
la vecina se indigna con el chino
porque no le alcanza el dinero para el aceite
y el chino no sé qué cosa dice -en chino claro-.
pero en resumen nada de fiado.
mientras los trenes aplastan almas
y los bancos comercian ilusiones,
las tías viejas tejen sus bufandas
y sus opinones acerca del último
escándalo de la farándula.
mientras los tacheros se putean entre sí,
y pasa otro sesenta por tu ventana:
vos dormís,
y yo creo encontrarle la lógica
a esto de que vivas al revés del mundo,
mientras el día se sucede
y la palabra utopía se olvida en masa:
vos dormís.
y yo, que te sé dormido,
bellísimo, al margen, intacto,
no puedo evitar sentir un gran alivio,
una fortuna, un egoísmo.
se enfrían las tazas de café
que quedaron sin ser tomadas,
Buenos Aires es un espectáculo
donde todos corren por inercia,
cada mediodía la 9 de julio
se convierte en el escenario
de la maratón de los almuerzos diarios
donde en tiempo record se degluten
pebetes de jamón y queso,
y apenas si alcanzan los minutos
para un cigarro,
todo sea porque a fin de mes
el señor Mc. Donalds los ponga
en la foto del cuadro.
mientras el asfalto se agita
y los perros pasean al paseador,
y los gatos, que son los más vivos,
observan todo desde las terrazas,
los chicos toman los colegios,
y en la tele, ¿cuándo no?
alguien nos quiere tomar el pelo,
la vecina se indigna con el chino
porque no le alcanza el dinero para el aceite
y el chino no sé qué cosa dice -en chino claro-.
pero en resumen nada de fiado.
mientras los trenes aplastan almas
y los bancos comercian ilusiones,
las tías viejas tejen sus bufandas
y sus opinones acerca del último
escándalo de la farándula.
mientras los tacheros se putean entre sí,
y pasa otro sesenta por tu ventana:
vos dormís,
y yo creo encontrarle la lógica
a esto de que vivas al revés del mundo,
mientras el día se sucede
y la palabra utopía se olvida en masa:
vos dormís.
y yo, que te sé dormido,
bellísimo, al margen, intacto,
no puedo evitar sentir un gran alivio,
una fortuna, un egoísmo.
que lindo que lo hayas rescatado al final, me encanta, ya sabes. gracias.
ResponderEliminaryo duermo, vos escribís.
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