envidio profundamente
al resto de las mujeres
que no te conocen,
que andan, besan, se desnudan,
mienten, beben, se enamoran
mienten, beben, se enamoran
ignorando que en el mundo
anda suelta tu
hermosura.
para ellas debe ser sencillo vivir,
sin el deseo permanente
y enloquecedor
de besarte la boca.
Ah, la bendición de la ignorancia...
ResponderEliminar¡Cuánta belleza!
ResponderEliminarHermoso hermoso hermoso!
ResponderEliminar