últimamente creo encontrarte en un montón de hombres. caminando
por Florida, esperando el 24 en Lavalle, haciendo cola para sacar entrada en el
Gaumont o pidiendo esos Lucky que saben a pasto en un kiosco. y ésto, después
de generarme temblor en todos los músculos, epilepsis sanguínea, estrangulación
en el estómago y una breve parálisis pulmonar, termina siendo, a fin de
cuentas, algo bueno. que nunca seas, digo.
antes hubiera considerado que esta sucesión de “casi vos”
era un gualicho perverso, una puesta a prueba innecesaria de mis signos
vitales, una hijaputez del destino.
y si bien, los efectos colaterales de la posibilidad de
encontrarte siguen siendo jodidos, sucede algo extraordinario, algo que nunca
pensé que pasaría. que de pronto existan tantos tipos parecidos a vos, que se
paran como vos, o tienen un perfil confundible con el tuyo, o el mismo corte de
pelo o fuman la misma mierda, me hizo cambiar el cristal: vos sos vos, eso no
se discute, pero también podrías ser cualquiera.
que bien expresado, conozco la senzacion y es perfecta!!! me encanto
ResponderEliminarhoy la hermosura duele.
ResponderEliminaracuerdo
EliminarEl anonimato está de moda, che.
ResponderEliminarMarian, tu prosa... deliciosa.
Ah, "vos sos vos, eso no se discute, pero también podrías ser cualquiera."... sos letal.
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