“Y
el portazo sonó
como
un signo de interrogación”
Joaquín Sabina.
volvió
a quedar el cuadro
despoblado
de colores,
la
soledad a las sábanas,
el
insomnio a la inútil leche tibia.
¿quién
pagará la cuenta
tan
salada de lágrimas,
o
gotas de lluvia,
o
tinta gastada
en
boletos de colectivo?
¿quién
puede olvidar
porque
así es debido?
¿cómo
le digo a la poesía
que
basta,
que
otra vez metimos la pata,
que
no habrá trementina
ni
fiesta, ni madrugadas ingrávidas,
ni
vos y yo descalzos
bailando
un vals?