en este momento te quiero,
en aquel te olvido,
ayer me voy de viaje,
el lunes te detesto,
cada sábado me humillo,
el domingo no voy a misa,
el martes te escribo,
hace dos minutos te lloro,
dentro de cinco siglos te olvido,
el jueves te ato a la cama,
en septiembre me suicido,
en Abril te extraño. todo el mes.
22.4.11
13.4.11
y vos qué sé yo.
y vos qué sé yo.
mientras yo mastico estas ganas de besarte,
mientras beso a mis ganas de abrazarte,
mientras rezo por tu muerte o tu presencia.
y vos qué sé yo.
mientras yo purgatorio,
mientras yo ruleta rusa,
y vos qué sé yo.
mientras yo mastico estas ganas de besarte,
mientras beso a mis ganas de abrazarte,
mientras rezo por tu muerte o tu presencia.
y vos qué sé yo.
mientras yo purgatorio,
mientras yo ruleta rusa,
y vos qué sé yo.
3.4.11
sin fe de erratas.
el invierno se instalaba
en mis costados la tarde
en que no recordé
qué hilos nos unían,
por qué fue que compartimos
las manos, los pies, las sábanas,
las calles, la sangre, esa ventana,
los domingos, las estaciones, los mates,
las rutas, los vicios, los virus.
olvidé el detalle de tu beso,
releí nuestro epitafio
hasta el cansancio
buscando inútilmente una fe de erratas.
te desconocí en mi corazón
y mordí tu nombre para finalizar
esa cuestión de la esperanza,
mordí tu nombre y me mordí la lengua,
condenándome a un sabor agrio
absurdo, repetido.
guardé tu foto en un cajón
y sólo entonces lloré
la última lágrima de aquel amor
que se confundió en mi taza de té.
en mis costados la tarde
en que no recordé
qué hilos nos unían,
por qué fue que compartimos
las manos, los pies, las sábanas,
las calles, la sangre, esa ventana,
los domingos, las estaciones, los mates,
las rutas, los vicios, los virus.
olvidé el detalle de tu beso,
releí nuestro epitafio
hasta el cansancio
buscando inútilmente una fe de erratas.
te desconocí en mi corazón
y mordí tu nombre para finalizar
esa cuestión de la esperanza,
mordí tu nombre y me mordí la lengua,
condenándome a un sabor agrio
absurdo, repetido.
guardé tu foto en un cajón
y sólo entonces lloré
la última lágrima de aquel amor
que se confundió en mi taza de té.